Nada cambia en el Valencia Club de Fútbol. Ni siquiera el estreno de Rubén Baraja en el banquillo cambió algo sobre el césped. Y es que el Valencia repitió el mismo guion de todo el año en su partido ante el Getafe: perdona en la primera parte, se cae en la segunda y encaja a balón parado. 

Además, de la forma más cruel posible. Fue en el minuto 82 cuando Borja Mayoral aprovechó la endeblez defensiva una jornada más y marcar tras una prolongación de Maksimovic y una asistencia de Alderete. 

Triangulación por los cielos de Getafe ante un grupo de jugadores que miraba el balón sin fijar a sus marcas y sin mostrar ni un atisbo de intensidad. 

Antes, Baraja cambió el sistema con un 4-3-3 buscando una mejoría que solo pareció entender Samu Lino. Pero el brasileño, el único capaz de generar peligro, perdonó sus dos ocasiones más claras. Las dos, las sacó un acertado David Soria. 

Soria también evitó el gol de Justin Kluivert tras un remate dentro del área que fue al centro. Y mientras, Mamardashvili seguía evitando que los goles en contra cayeran uno tras otro. 

Al final, el Valencia ni siquiera fue capaz de morir en la orilla y acabó totalmente superando en lo que era una final por la permanencia. 

Los de Baraja siguen a 2 puntos de la permanencia, penúltimos y con la Real Sociedad y el Barcelona como próximos rivales. El miedo ya es real.