El Valencia cayó con honor y polémica en su visita al Camp Nou. Solo una genialidad de Sergio Busquets y un cabezazo de Rapinha rompieron la tela de araña defensiva que tejió Rubén Baraja. 

De hecho, el gol no cambió los planes de un Valencia que aprovechaba sus oportunidades para salir a la contra y buscar el empate. Un empate que tuvo en su cabeza Thierry Rendall primero y después Samu Lino con un disparo tras un error de Marc André Ter Stegen.

En la segunda parte, el Barcelona tuvo la sentencia hasta en dos ocasiones. Primero, con este penalti por manos de Hugo Guillamón que Ferran Torres, empeñado en lanzar contra su exequipo, mandó a la madera. Después sería Ansu Fati quien se toparía con el palo con este lanzamiento dentro del área. 

La insistencia del Valencia en su plan de partido encontró su premio con la acción en la que Araujo fue expulsado por derribar a Hugo Duro cuando se plantaba ante Ter Stegen. Y cuando mejor estaba el Valencia llegaría el penalti de Kessie sobre Fran Pérez dentro del área que ni Alberola Rojas desde el césped ni Jaime Latre desde el VAR quisieron ver. 

Al final, una nueva derrota para un Valencia que sigue en descenso mientras sus competidores por la salvación empiezan a sumar de 3 en 3.