El Levante escogió el peor día para ofrecer su versión más endeble. De hecho, la manera en la que el Mirandés se adelantó en el marcador con Raúl García avanzando metros bajo la atenta pero blanda miranda de Rober Pier es el mejor ejemplo. El 9 del Mirandés disparó a placer y superó a un Joan Femenías que no pudo hacer nada. 

Ya en la segunda parte, unas manos de Beñat dentro del área le dieron la oportunidad al Levante de empatar desde el punto de penalti, pero la responsabilidad cayó en Wesley Moraes, que lanzó el balón al larguero desatando la ira del Ciutat y el desconcierto de Javi Calleja.

Por suerte, el propio Wesley se desquitaría de su error y sería el encargado de poner el empate a uno aprovechando la indecisión de la defensa del Mirandés para mandar el balón suelto a la red.

Era el minuto 79 y el levantinismo creía en la remontada, pero ocurrió todo lo contrario. Solo tres minutos después, Javi Llabrés soltó un disparo que se coló por el palo de un Femenías que reaccionó tarde. 

Con la derrota, los pitos se convertirían en la banda sonora del Ciutat de Valencia.