La imagen de Diakhaby sin posar en la improvisada y carente de fuerza campaña contra el racismo fue el único gesto de orgullo y de intensidad del Valencia en su partido ante el Mallorca. 

Pese a tener el gol cerca con un remate Diego López que sacó Rajkovic, el Valencia parecía no ser consciente de que podía sellar su permanencia en Primera División ante un Mallorca ya salvado y con el único objetivo de seguir soñando con Europa. 

Precisamente ese sueño casi inalcanzable acabaría imponiéndose ante la necesidad valencianista. Pasada la hora de partido, el Mallorca hizo lo que mejor sabe hacer: buscar a Vedat Muriqi por alto. El ariete remató totalmente cómodo aprovechando el perfecto servicio de Kangin Lee para superar a Mamardashvili. 

Con el gol en contra, Rubén Baraja dio entrada a Justin Kluivert y el holandés volvió a ser el único que generó peligro. De hecho, estuvo a punto de marcar con un disparo dentro del área que sacó Rajkovic con una mano espectacular. 

El Valencia intentó volcarse a por el empate con Alberto Marí y Cavani, pero quien más cerca el gol fue el Mallorca con un disparo de Iddrisu Baba. 

Al final, el Valencia terminó cayendo y tendrá que jugársela este domingo en Mestalla ante el Espanyol.