Aunque han descendido ligeramente las temperaturas, el calor continuará en la Comunidad Valenciana. Vienen días de sol y altas temperaturas en una de las semanas más calurosas de los últimos años y, aunque el sol se quede, la ciudad de Valencia ha amanecido encapotada y no precisamente por las nubes.
Las cenizas y el humo provenientes de los incendios que asolan los bosques canadienses han llegado a Valencia, por lo que el cielo se ha teñido de un extraño color gris. Pueden parecer nubes, pero se trata de una combinación de cenizas y humo que han recorrido más de 4.000 kilómetros hasta llegar a nuestro territorio.
Tras elevarse hasta altas capas de la atmósfera, el humo de los voraces incendios se ha desplazado en forma de nube, empujado por una fuerte corriente de viento.
Aunque algunos ciudadanos no le den credibilidad, esta intensa y turbia calima ha cubierto gran parte de la península ibérica.
Se trata de un fenómeno insólito que no afecta a la calidad del aire. Además, la opacidad de esta particular nube trae consigo una ligera bajada de las temperaturas.