El Ayuntamiento de Valencia ha decidido tomar medidas para paliar la ola de calor. Así, ha acordado instalar a partir de septiembre 21 nuevas fuentes de agua potable, filtrada y refrigerada, que se sumarán a las 25 habilitadas en distintos puntos de la ciudad.

La ampliación de este servicio se llevará a cabo con la colaboración de la Fundación Global Ommiun. El objetivo es "fomentar el consumo de agua del grifo y promover que la ciudadanía rellene gratuitamente sus botellas de uso personal en la calle".

Desde el consistorio aseguran que la ciudad contará con 46 fuentes de este tipo antes de que acabe el año.

El Ayuntamiento también estudiará habilitar espacios municipales para las personas que duermen en la calle. La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha señalado que "tenemos muchas personas que viven en la calle y es un problema que tenemos que abordar".

Se trata de unas medidas que se mantendrán durante todo el verano para hacer más llevaderas las altas temperaturas.