Joaquín Ferrandiz, el asesino en serie más peligroso de Castellón, saldrá de prisión este sábado tras cumplir su condena: 25 años por el asesinato de cinco mujeres a las que mató entre julio de 1995 y septiembre de 1996. 

El preso, que actualmente tiene 60 años, tendrá prohibido residir o simplemente acercarse a las tres localidades donde cometió los crímenes: Castelló de la Plana, Benicàssim y Onda. Así lo recoge la sentencia.

Noticias 8 Mediterráneo ha hablado con una de las personas a las que más inquieta esta noticia. Se trata de Jaime García, hermano de una de las víctimas. Este tenía 17 años cuando ocurrieron los hechos y la vida le golpeó tan fuerte que apenas ha podido levantar cabeza desde entonces. Tuvo que enfrentarse muy joven al brutal asesinato de su hermana, a la muerte de sus padres y a la soledad.

Jaime García cuenta que su hermana tenía 21 años cuando fue asesinada y trabajaba en Marie Claire. Amelia Sandra García apareció muerta a los seis meses de desaparecer, algo que supuso "una depresión total en mi casa". "Mi madre intentó suicidarse, estuvo dos años en psiquiatría, luego murió ahogada con un hueso, me la encontré muerta en la cocina. Después murrió mi padre. Mis tíos me ayudaron hasta que pudieron, pero murieron los dos también", relata.

Es el único superviviente de una familia con la que se cebó la tragedia. "Mi vida ha sido terrible. Luego me junté con mala gente, me quitaron el piso, estuve en la calle y metido en las drogas", cuenta.

La lucha de Jaime García tiene un único objetivo: que se reconozca su cara para y que no se repita porque "esta gente no se rehabilita y lo volverá a hacer". 

Además, Jaime no quiere ni pensar en la posibilidad de cruzarse con el asesino de su hermana, ya que Ferrandiz podrá moverse libremente por donde quiera excepto en las cuatro localidades mencionadas.
"Ahora él va a salir y disfrutará de los suyos, pero yo no disfrutaré nunca de mi familia", ha lamentado.