Los tres investigados en el caso de una secta en la localidad castellonense de Pobla Tornesa prestan declaración este martes en los Juzgados de Castellón. Se trata de un matrimonio y una tercera persona que empezó siendo una víctima y acabó ganándose la confianza de los líderes.
A los detenidos se les acusa de llevar a cabo prácticas relacionadas con abusos sexuales y rituales chamánicos con consumo de drogas.
El juzgado de instrucción está llevando a cabo estos días interrogatorios a varias víctimas, y hoy era el turno de los presuntos autores de los hechos.
A los acusados se les atribuye más de un centenar de víctimas de Castellón, Tarragona y Barcelona.