El Consejo de Ministros se reúne hoy y podría dar el visto bueno al decreto con los planes hidrológicos para 2023-2027. La aprobación afectará directamente al trasvase Tajo-Segura, puesto que a partir de 2025 se recortará la cantidad de agua que podrá trasvasarse al Segura.
Los regantes de la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería llevan tiempo movilizándose para evitar que esto ocurriera. El president de la Generalitat, Ximo Puig, siempre ha defendido que iban a pelear por alcanzar buscar soluciones, a través del diálogo, para "tener agua para siempre".
Sin embargo, sus peticiones no han sido escuchadas por el Gobierno. Como han defendido desde el Consell y han denunciado tanto la Diputación de Alicante como los regantes, las comarcas del sur de la Comunidad Valenciana van a ver reducida a la mitad la cantidad de agua que reciben.
Asimismo, la intención del Gobierno central es aumentar el caudal ecológico del Tajo a su paso por Aranjuez (Madrid), lo que inevitablemente conllevará una disminución del agua a trasvasar hacia la Comunidad Valenciana.
La elevación del caudal se llevaría a cabo de forma progresiva. Este mismo año aumentaría de seis a siete metros cúbicos por segundo, a ocho en 2026 y llegaría hasta 8,65 en 2027.