Fines de semana como éste son la peor pesadilla de un opinador: Eurovisión, la Virgen de los Desamparados, las elecciones en Cataluña, el triplete del baloncesto valenciano de mujeres, y la reaparición de Mónica Oltra en un acto de su partido. Nyas coca! De Eurovisión sólo diré que la gente en Malmö llamó ‘zorra’ a la representante de TVE pero luego no le votó (que es como no pagar después de haber consumido), y que el mensaje de ‘zorra’ sólo quedará en adelante asociado reputacionalmente a Benidorm, en donde sí ganó. Pero hoy me interesa más hablar de Cataluña, en donde hay si cabe más ‘Nebulossas’.
Contrariamente a la mayoría de las opiniones emitidas hasta ahora, no creo que la victoria de Illa y Sánchez vaya a beneficiar a la Comunidad Valenciana. Victoria condicionada a la posibilidad de un tripartito con una Esquerra que debe decidir si muere ahora o lo hace dentro de cuatro años abrazada por el oso socialista, y a que Puigdemont no le retire los siete votos del Congreso al presidente del Gobierno en cuanto se apruebe su amnistía a final de mes. Entregar la presidencia catalana al prófugo no es una opción, salvo que se quiera correr el riesgo de una ruptura entre el PSC y el PSOE. Y la repetición electoral depende de las ganas de Aragonès de hacerse el harakiri o de que se lo hagan. Pero dando por hecho que las cosas se quedan como están, este resultado no creo que vaya a beneficiar a la Comunidad Valencia precisamente porque Illa y Sánchez sólo podrán gobernar a la vez si los dos partidos independentistas se lo permiten a la vez. Y para ello Sánchez se tendrá que inventar algo que satisfaga a sus dos socios a la vez. Y eso, como no puede ser el referéndum, tendrá que ser un régimen económico especial que ponga a Cataluña muy por encima del resto de autonomías. Y eso nos va a perjudicar.
Sólo habrá que esperar a que pasen las Europeas. Eso sí: la mayoría prefiere quedarse con el dato del descenso en escaños del independentismo y del considerable ascenso de PSOE y PP, precisamente con la vista puesta en la cita con las urnas europeas, y posteriormente para las Generales. Unos buenos resultados en Cataluña son fundamentales para que cualquiera de los dos grandes partidos acabe este año gobernando España.