El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha visitado Valencia este fin de semana con motivo de la Conferencia Municipal que ha celebrado el PSOE en el Museu de les Ciències. Un acto que ha supuesto el pistoletazo de salida a las elecciones y que ha estado marcado por la ausencia de barones socialistas.

En la cita, el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha aprovechado para reivindicar dos asuntos que afectan a la Comunidad Valencian como son la financiación autonómica y el agua.

Por un lado, Puig ha pedido al presidente del Gobierno un nuevo modelo de financiación para todo el país. A pesar de reconocer que ha habido "avances" en este sentido por parte del Gobierno central, el president cree que se debe "dar un paso más" porque "es necesario que haya una financiación justa para todos los españoles, vivan donde vivan".

Por otra parte, Puig ha tachado de "irrenunciable" el trasvase Tajo-Segura, siguiendo "siempre, y en la medida de lo posible, un respeto medioambiental". Así lo ha manifestado después de que la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, se mostrara "convencida" de haber adoptado "la mejor solución" para el trasvase.

En referencia al debate de Doñana, el president ha destacado que en la Comunidad Valenciana "hemos demostrado que hay otro camino", señalando que "tenemos el humedal mediterráneo más importante: l'Albufera". "La calidad del agua, gracias al acuerdo entre el Ministerio de Transición, la Confederación, la Generalitat y los regantes, es mayor que hace 50 años. La inversión en modernización de riegos acaba llevando 100 hectómetros para l'Albufera", ha subrayado.

Durante su intervención, Sánchez ha preferido no pronunciarse sobe ninguno de los dos planteamientos. Por su parte, ha decidido anunciar que el martes el Consejo de Ministros aprobará movilizar 50.000 viviendas del SAREB (el banco malo), para destinarlas al alquiler social, "a precio asequible para los jóvenes y las familias de nuestro país".