Cullera ha sido uno de los municipios donde las lluvias han caído con mucha fuerza el pasado lunes. Por la tarde, especialmente en la zona de El Raval, se vivieron momentos de mucha tensión. Las calles del barrio se convirtieron en ríos que arrastraban todo el agua y los sedimientos procedentes de la montaña.

Desde que las precipitaciones dieron una tregua, los efectivos del Ayuntamiento han estado trabajando a destajo para recuperar la normalidad. Esta mañana la localidad volvía a la normalidad aunque aún se podían ver restos de barro y piedras en algunas calles.